Bruselas, Bélgica, 1961.
De origen alemán, sus padres trabajaron en la Comunidad Económica Europea. Doctor en Ciencias Agrícolas, especializado en el área de estrategias de comunicación olfativa de insectos de la Universidad de Kiel. A finales de la década de 1980 comenzó a interesarse por el arte y a imaginar experiencias relacionadas con el arte. Mientras tanto trabajó como entomólogo de investigación hasta 1994.
Höller crea situaciones que cuestionan formas de percepción y elabora sus obras como interfaces dirigidas a desencadenar una experiencia en el visitante. Éste, se observa a sí mismo, forma parte del experimento y participa activamente en la obra. Es lo que el artista llama “entorno influyente”. Siendo indudable la calidad escultórica de su trabajo, es la forma en la que el público interacciona con sus objetos, lo que completa la obra. Percibe la realidad y el espacio. Para él, el artista cubre algún tipo de campo que está fuera del lenguaje. Busca crear una experiencia completamente distinta a la vida cotidiana. Cambia nuestra apreciación del arte y nos hace abandonar nuestros principios cognitivos.
Höller ha investigado, entre otros aspectos, el efecto de las ondas luminosas o de la absorción de productos químicos en su actividad cerebral y en la de su público, y las consecuencias en la percepción del mundo circundante.
Estudia la conducta humana y explora la naturaleza de la experiencia del espectador. Su empeño creativo, según palabras del artista, es ofrecernos la posibilidad de escapar de la lógica de nuestro entorno cotidiano. Concibe los objetos como dispositivos para acceder a otra dimensión de nuestra realidad.
Obras en la colección: