Reino Unido, 1976.

Entre 1995 y 1999 estudió Bellas Artes en la Universidad de Reading, Reino Unido. Entre 2000 y 2001 amplió estudios en la Chelsea College of Art y entre 2002 y 2004 completó sus estudios en Rijksakademie van Beeldende Kunsten de Ámsterdam, Países Bajos.

En su obra, como bien dice Victor Zarza, “hallamos la provisionalidad de un montaje in situ y la temporalidad o contingencia de un dispositivo electrónico que depende de su ocasional conexión”.

La presentación de un conjunto de personajes o situaciones en un espacio determinado permite que lo contemplemos como un panorama unitario. Harvey trabaja en soportes perecederos como post-its, celofán, trozos pequeños de papel. Sus composiciones se adivinan, se intuyen en un universo singular y poco tangible.
Con materiales pobres crea escenografías mágicas que desbordan la imaginación del espectador. Son dibujos de pequeño formato, algunos imperceptibles que seducen por la intensidad narrativa que desprenden.

Los personajes algunos taciturnos, otros abstraídos en profundas cavilaciones, solitarios, se mezclan con otros que se asombran de su propia escala, que saltan al vacío, que vuelan, que pintan o que recogen algo del suelo, tal vez piedras.

Harvey trabaja también con la imagen proyectada en alusión y homenaje a las estructuras del cine de las que se siente muy deudora.

En un espacio en penumbra, dos proyectores emiten dibujos realizados en transparencias de distintos tamaños sobre el muro, sobre el que, a su vez, se han dispuesto lienzos en lugares aleatorios, como para sugerir una cierta profundidad.

Como comenta Javier Hontoria: “La artista consigue que se diluyan las referencias físicas del espacio y que el visitante se implique en la etérea trama que plantea la artista”.

Vive y trabaja en Ámsterdam, Países bajos.