Autor: Sophie Calle
Fotografía en color y texto sobre aluminio, 120 x 170 cm. Enmarcada.
Texto 50 x 50 cm.
Edición en francés.
Nos ofrece la visión de un amor desdichado. Se presenta en escena como la protagonista de un matrimonio fallido, de una novia abandonada en un aeropuerto frío e impersonal. Esta visión no nos deja indiferentes.
“Estuve a punto de casarme con un hombre que se iba a China durante un tiempo de 3 años. Eso es mucho tiempo. Como una prometida cuyo novio es obligado a ir al frente, quise casarme con él en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Roissy, justo antes de su marcha. El novio se subiría al avión mientras que yo me quedaba en la pista. El banquete tendría lugar sin él y pasaría mi noche de bodas sola. Fijamos la fecha para el 7 de octubre de 2000. Cuando lo teníamos todo preparado, el permiso de las autoridades del aeropuerto, la licencia del ayuntamiento para celebrar la ceremonia, la lista de invitados, el vestido... llegó una carta del fiscal del Estado denegando el permiso para la ceremonia. Las bodas solo pueden celebrarse en dependencias municipales, con dos únicas excepciones: en el hospital, ante la probabilidad de muerte inminente de uno de los contrayentes, o en la cárcel, si uno de los dos está preso. Así que éstas eran nuestras opcione s, el ayuntamiento, el hospital o la cárcel. Así de banal, radical y trágico. Aún así, el 7 de octubre, fui al aeropuerto para ponerme el vestido, solo una vez, y para lamentarme por nuestra boda. Y me volví a casa sola, como estaba planeado“.