Barcelona, España, 1960.
Xisco Mensua es uno de los artistas más singulares del panorama artístico español por su particular forma de entender la pintura. Su trabajo, basado casi exclusivamente en las posibilidades narrativas del dibujo, incorpora tanto referencias a la Historia del Arte y a los medios de comunicación, como a la literatura o la filosofía, poniendo voz a historias que a todos nos suenan. Se trata de historias que hablan del imaginario colectivo, de imágenes que vamos haciendo nuestras, desde las que miramos y ordenamos nuestro entorno. Páginas de periódicos, revistas, fotografía, libros de arte y de texto, se amalgaman en sus lienzos, dando lugar a un calidoscopio desde el que se observan las cambiantes caras que dibujan la realidad. La pintura de Xisco Mensua se basa en una extraordinaria capacidad para el dibujo. Pero más que un género visual se trata de un medio para la construcción de un universo de ficción; más que un soporte formal, se trata de un ejercicio de transfiguración de referencias comunes, sean éstas de orden intimista o biográfico, sean de naturaleza política o social. No se trata de reconquistar una mirada perdida en el descubrimiento y representación de la realidad, sino de interrogar a esa misma realidad, desmitificando la complejidad de los juegos de poder que nos la revelan.
En la pintura de Xisco Mensua se pone de relieve una condición textual de la representación que no reivindica ninguna especificidad pictórica. No importa el hecho de que un cuadro sea apenas un cuadro y que las imágenes representadas se repitan en diferentes obras, porque siempre se relacionan de manera distinta con otras imágenes en cada una de las ocasiones, como si la historia que cada cuadro encierra fuese un pretexto para otras historias que reconocemos sin recordarlas. Y entre el ir y venir de las imágenes, su pintura tiende a la síntesis de elementos para conseguir la mayor expresividad con los mínimos recursos. Sus obras se expanden en superficies planas, de color, sobre las que el pincel discurre sobriamente trazando líneas que construyen figuras de niños, aprendices, estudiosos y amantes o durmientes. Entre las figuras, Xisco Mensua, que hace un uso explícito de la cita, incluyendo textos en sus acuarelas y óleos, ensaya traducciones y relecturas, a propósito del paso del documento al dibujo y la pintura, sumergiéndonos en un mundo que es, a la vez, poético y crítico. En muchas de sus obras, el artista introduce sus referentes, reinterpretándolos a manera de modelos que en ocasiones se repiten en diferentes obras, consiguiendo así una doble orientación de la lectura: el propio tema de la obra y la alusión a los media o la relectura de las obras históricas. Sin embargo, frente a lo que pudiera entenderse como meramente discursivo, Xixco Mensua actúa con inteligencia y huye de las sentencias, como también de la fácil lectura de su obra, siendo su trabajo mucho más audaz, cuando es tan ostensible su trascendencia poética y el sentido del humor.
Vive y trabaja en Valencia.
Obras en la colección: