Krefeld, Alemania, 1972.
Vive y trabaja en Berlín (Alemania).
Uriarte estudió administración de empresas en Madrid y Mannheim y Audiovisuales en Guadalajara (México). Tras trabajar varios años en diferentes empresas como Interlub, Siemens y Canon tanto en España, Alemania y México, dejó este tipo de trabajo, que el denominaba “serio” y empezó a dedicarse a lo que denomina “arte de oficina”. Según el propio artista: “Cuando dejé mi último trabajo administrativo para dedicarme como artista a tiempo completo, me di cuenta de que la libertad que acababa de ganar era una gran responsabilidad. En ningún caso quise abusar del arte en aras de la liberación personal, lo que me habría convertido en un artista-cliché marginal. Por el contrario, decidí quedarme en mi propia realidad “pequeñoburguesa” personal para enfrentarla desde dentro, utilizando la experiencia adquirida a lo largo de los años. Por eso no he dejado de utilizar las mismas herramientas y métodos, como los de cualquier oficinista, trabajando rutinariamente y con la rutina como tema principal”.
Mi punto de partida son los pequeños momentos creativos dentro de las rutinas de oficina, que en su mayoría tienen un ridículamente pequeño aspecto "artístico". Por ejemplo: cuando garabateamos durante una conversación telefónica (Document Proof Monochromes, 2012) o cuando doblamos una hoja de papel antes de ponerla en un sobre (Fluctuating Folds, 2012) estamos realizando pequeños gestos pictóricos y escultóricos. La repetición sistemática de estas acciones de acuerdo con reglas predefinidas las convierte en meta-rutinas, en recreaciones del mito de Sísifo. La única diferencia es que las piezas resultantes registran en detalle el trabajo metódico y repetitivo que fue necesario para su creación. De esta forma, la rutina sobrevive, permitiendo al público leerla y recrearla mentalmente.
Estéticamente mi trabajo muestra claras referencias al arte conceptual y minimalista de los años 60 y 70. En esos años la desmaterialización del objeto de arte en el mundo del arte y la sustitución de productos por servicios en el mundo empresarial ocurrieron casi simultáneamente. Quizás por eso la estética también empezó a parecerse, por ejemplo, en la limitación cromática o en la sencillez formal, que señalaría cómo tanto los productos comerciales como los objetos de arte se generarían en una mente (en blanco). Incluso podríamos hablar de una fetichización mutua que llevó, por ejemplo, al uso de la luz de neón y el archivo como medio artístico y al uso preferente del arte minimalista como decoración en oficinas.” - Ignacio Uriarte, biografía cortesía Galería Nogueras Blanchard.
Obras en la colección: