Dugny (Seine Saint-Denis), Francia, 1970.
La herencia cultural y genética está presente en la obra de Kader Attia, hijo de padres argelinos que recibe una educación multicultural cuyos efectos refleja en su obra. El artista explora los mundos de la emigración y el deseo universal de pertenencia que tiene el individuo.
Su obra busca lugares de convivencia, de entendimiento entre mundos diferentes y culturas extrañas. El bagaje cultural de los individuos emigrantes choca contra el orden establecido en el país al que se incorpora y lo hace en todas sus manifestaciones. El individuo busca su propia identidad humana anulada por la discriminación cuando no la represión.
Kader Attia investiga el fenómeno del desplazamiento cultural que margina al individuo. Es el choque de dos mundos, de dos culturas que luchan por su propia identidad. Su obra denuncia cómo la sociedad de consumo atrae hacia sí al emigrante con cantos de sirena que lo llevan a la alienación cuando pierde su propia identidad.
El diálogo y la comunicación entre mundos diferentes es muy difícil. El artista evidencia con ironía, que la religión manipula al individuo del mismo modo que lo hace la sociedad de consumo y que las sociedades occidentales son espejismos para los seres humanos que buscan una vida mejor. Kader Attia transmite pesimismo en su obra, no encuentra elementos de esperanza para el individuo que llega de otra cultura. El mundo globalizado aliena al individuo, los poderes políticos lo manipulan, la religión no ofrece alternativas diferentes y el ser humano siempre es el marginado, pierde su identidad.
Kader Attia utiliza muchos medios de expresión, elige en función de la dirección en la que quiere dar a su trabajo, la elección de los materiales a pesar de la importancia de aquellos se decidirá al final de su reflexión sobre la ejecución de la obra.
A priori, por tanto, la producción de Kader Attia no es homogénea ni muy identificable por su estética o la forma, la esencia de cada proyecto es el único vínculo entre ellos. Cada pieza encaja sólo en la extensión de la reflexión y no el desarrollo de una técnica.
Vive y trabaja en Berlín y Argel.
Obras en la colección: