Hamburgo, Alemania, 1971.
Las pinturas de Till Gerhard sugieren su propio microcosmos en el que las fronteras entre realidad y ficción se difuminan y lo fantástico invade el mundo real. Sus imágenes son ostensiblemente inocuas, basadas en fotografías que representan a la juventud en festivales y en atmosféricos amaneceres.
En sus obras no se sabe si las escenas son la representación de concentraciones pacíficas o perturbadoras. Gerhard utiliza fotos, procedentes de Internet, que recogen las reuniones informales que tienen lugar en la mitad del verano en el Externsteinen del bosque de Teutoburger, en el Noroeste de Alemania. El trasfondo ideológico de estas concentraciones es la celebración del nuevo paganismo germano mezclado con elementos de la filosofía del New Age.
Las pinturas de gran formato de Gerhard cuentan la historia de grupos de personas que se reúnen espontáneamente formando una sociedad efímera para experimentar las sensaciones de un momento específico. El espacio visual que crea el artista se apoya más allá de los mundos racionales y armónicos, comunicando un misterioso y desconcertante estado de ánimo. Sus figuras dan la espalda a los espectadores, creando así una frontera entre el mundo exterior y el interior.
La habilidad de Gerhard recae en su ambigüedad. Tzvetan Todorov define lo fantástico como “la indecisión que siente una persona que solo conoce las leyes naturales y se enfrenta a un suceso con apariencia metafísica”. Esta es la sensación que Gerhard impregna en su obra, procedente de su misterioso mundo visual, que irrita y perturba a los que la observan.
La obra Helter Skelter Shelter (2005-2007) de la colección INELCOM Arte Contemporáneo formó parte de la exposición celebrada en el Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid titulada “Pop Politics, Activismos a 33 revoluciones” (noviembre 2012- abril 2013).
Vive y trabaja en Hamburgo.
Obras en la colección:
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